Ignacio Iturria

Su origen paterno se remonta al País Vasco español. Estudió ilustración publicitaria y diseño gráfico en la Universidad del Trabajo, antes de dedicarse de lleno a la pintura y las Bellas Artes en los talleres de Nelson Ramos, W. Marchand, J. Verdié y Ribeiro en Montevideo.

Vivió en Cadaqués, ciudad de la costa mediterránea, cerca de Barcelona , durante la década de los 80, dónde trabajó con Ramón Aguilar Moré y estuvo en contacto con la escuela catalana de pintura.

Iturria ha exhibido su trabajo a lo largo y ancho de América Central y del Sur, así como en Estados Unidos y Canadá; en Europa y en Japón.

PREMIOS

Entre los premios obtenidos se destacan:

Gran Premio de la IV Bienal de Pintura de Cuenca, Ecuador,1994.

Premio Especial "Casa di Risparmio" en la XLVI Bienal de Venecia,1995.

Gran Premio de la XII Bienal de San Juan del Grabado Latinoamericano y del Caribe, Puerto Rico,1997.

"Premio Figari" Montevideo, Uruguay, 2001.

Sus obras integran colecciones particulares y de museos como:

Museo José Luis Cuevas, México.

Museo de Bellas Artes de Caracas, Venezuela.

Museo de Arte Contemporáneo Sofía Imber, Caracas, Venezuela.

Museo de Arte Contemporáneo de Montevideo (MAC).

Museo de la OEA

“Ignacio Iturria es un gran aventurero, pero –ante la pregunta- el reclusivo artista responde que detesta viajar. Aun así, desde el sosegado refugio de su espacioso estudio en las afueras de su adorada ciudad natal de Montevideo, este gigante del arte moderno sudamericano ha explorado y cartografiado un mundo fascinante y expansivo. Se trata, a la vez de una imaginaria terra incognita de su propia creación y de un reflejo de esa otra realidad nuestra tan familiar, hecha de flaquezas y miedos; un sitio en el corazón donde el espíritu desborda de emoción, historia, humor y sentimiento.”

Durante el verano italiano de l995, representando al Uruguay en la XLVI Bienal de Venecia, dónde obtuviera destacada premiación, ...“Iturria visitó el renombrado taller de Grabado de Giorgio Upiglio, en Milán, dónde exploró – por primera vez en su carrera – el aguafuerte, la puntaseca y el proceso de hacer grabados. A este medio, que ha atraído a artistas visuales durante generaciones, Iturria aportó sus conocidos temas y su elenco estable: personajes que nos mueven al afecto o a la risa; a veces abatidos, siempre anónimos. Allí en las espesas profundidades de las oscuras tintas marrones y azul-negras del artista-grabador, nadan, hacen cabriolas, se estrechan o aparecen de pie, a solas o en compañía. Se los ve esperando, observando y dejando pasar el tiempo sin tiempo en las penumbras de sus paisajes Iturrianos, donde un plato de cerámica se convierte en prado o plaza pública, o donde los cuchillos y tenedores dispuestos sobre una mesa se transforman casi en las formas abstractas de una naturaleza muerte elegante, simple y primordial.

Con estas obras, Iturria ha descubierto un medio que no sólo se presta a la perfección para la gama de texturas ricas, densas y saturadas de color que caracterizan a sus pinturas, sino que la extiende. Y aunque el grabado permite producir imágenes nítidamente definidas, no es menos cierto que todos lo métodos de impresión producen descubrimientos accidentales – en el manejo de los materiales o en los efectos de ciertas técnicas – que estimulan a un artista tan inquisitivo como Iturria. Es un experimentador nato, como lo atestigua su trabajo en medios tan diversos como el óleo sobre tela, las tiras de madera o los utensilios de cocina usados.”

“Con esta nueva serie de imágenes Iturria nos invita a acompañarlo en sus próximos viajes a través de un mundo donde los sueños se integran sin deslindes con la realidad, y donde una imaginación liberada ilumina el camino.

Edward M. Gómez

Fragmentos catálogo “Ignacio Iturria: Los Primeros Grabados” – Praxis International Art 1997

arteuy ©2001 Flike S.A. Derechos Reservados. Prohibida la reproducción parcial o total de las obras